sando con el corazón", publicado en noviembre 2008. Encontrarás todas las presentaciones, recitales, reseñas, artículos, prensa, videos, fotografías y comentarios al autor por parte de los lectores.La última reseña del poemario:
http://blogs.periodistadigital.com/libros.php/2008/12/25/-arrasando-con-el-corazon-de-mercedes-gi
http://www.casadellibro.com/libro-arrasando-con-el-corazon/2900001293883
http://arrasandoconelcorazon.wordpress.com/
ARRASANDO EN EL AMOR:
EN LA TRASCENDENCIA DE LO EFÍMERO.
En la trascendencia de lo efímero,
la futilidad del instante,
en la evidencia de lo irrefutable.
Allí te hallo.
En la ingravidez de tu alma,
en tu contemplativa mirada,
en la agudeza incorpórea de tus palabras.
Allí me sustento.
En la exhalación de tu boca,
de viento estelar en un caos cósmico,
inmaterial, inmortal, sublime y sensitivo.
Allí me sublimo.
En la inmensidad de tu aliento,
soplo vital que mis entrañas alimenta,
en el éter ligero de tu presencia.
Allí me sumerjo.
Y en tu ausencia,
me duele hasta la médula;
en lo más profundo del centro,
helando mis huesos,
arrancándolos de mis cristalinos deseos.
Allí me muero.
Y en tu ausencia, amado,
la dureza de lo eterno.
(Escritora: Mercedes Gil García).
ARRASANDO EN LA MUERTE:
HOMBRE SIN TRABAJO FUEGO SE PRENDE.
Hombre sin trabajo, fuego se prende,
inmigrante con familia desesperado,
y su mujer mirando, al final, él muere:
sale en el periódico como un reclamo.
Sucedió aquí no hace mucho tiempo.
Desesperación de alma en el infortunio de su vida,
tiranía desnortada de humillación enloquecida.
Vida que duró unos segundos en el noticiero.
Y me dolía el Universo tan sólo con saberlo.
¿Alguien se preocupó de aquella mujer?
De sus hijos y de ella, díme, ¿qué fue?
¿Pudo sobrevivir a tan duro espanto?
¿De que sirvió la depredadora protesta
en la oscuridad absoluta de un fin nefasto?
Dolor y más dolor, !la miseria del mundo!,
el reflejo de un mundo deshumanizado.
Las fibras de mi alma enferman, se desgarran,
arrancándose de cuajo, llorando desde el centro.
!Donde refugiarse! Mi corazón sitio no encuentra,
para huir y esconderse de tanto sufrimiento.
(Escritora: Mercedes Gil García).
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